Día Mundial del Turismo 2014:  Desarrollo Comunitario

Día Mundial del Turismo 2014: Desarrollo Comunitario

Una de las dimensiones clave de la RSC es el desarrollo comunitario. Es decir, la contribución que una empresa hace por mejorar las condiciones de vida de las personas de su entorno más o menos cercano, en función de la envergadura de la compañía. Los tres ejes fundamentales que abarca son: desarrollo económico y social,  preservación del patrimonio cultural y natural y empleo.

Mañana se celebra en Guadalajara (México) el Día Mundial del Turismo, cuyo lema es precisamente Turismo y Desarrollo Comunitario. En palabras de Taleb Rifai, Secretario General de la OMT (Organización Mundial del Turismo): “Cada vez que viajamos, usamos el transporte local en un destino turístico o compramos un producto en un mercado local, estamos contribuyendo a una larga cadena de valor que crea empleo, proporciona medios de vida, empodera a las comunidades locales y, en última instancia, abre nuevas oportunidades para un futuro mejor”.

En el Código Ético Mundial para el Turismo (OMT) encontramos esta estipulación al respecto: «las poblaciones y comunidades locales se asociarán a las actividades turísticas y tendrán una participación equitativa en los beneficios económicos, sociales y culturales que reporten».

Los profesionales del sector deberíamos tener muy presente esta capacidad de influencia del sector turístico que a nivel global representa un movimiento de más de 1000 millones de personas, el 9% del PIB mundial y uno de cada 11 puestos de trabajo del planeta.

De la misma manera que la actividad turística puede contribuir al desarrollo comunitario en positivo, puede hacerlo en sentido totalmente opuesto. Seguro que el  lector conoce numerosos ejemplos de casos de fracaso de modelo que, apostando por la masificación y la oferta barata, han dilapidado comercios locales, cambiado el paisaje y generado una homogeneización de establecimientos turísticos, que deteriora el destino y que, por tanto, acaban pagando caro todos los implicados.

Es imprescindible que pensemos en la sostenibilidad y utilicemos el criterio ético en nuestras decisiones. Son los dos “ingredientes” fundamentales para conseguir un modelo turístico que funcione a largo plazo y para ello es preciso como decía Peter Drucker: pensar y planificar a largo plazo, que no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes.

 

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