Entrevista a Santiago Hernández Zayas, director del Barcelona Princess, el hotel referente en materia de responsabilidad corporativa, innovación social y sostenibilidad del sector hotelero barcelonés y español. La visión estratégica del negocio de Santiago está íntimamente unida al compromiso por desarrollar una mejor sociedad, tanto internamente –dentro del hotel, con clientes y empleados-, como externa, en la comunidad donde está ubicado. 

PM.- ¿Cómo es el Barcelona Princess y cuál es su historia? 
SH.- Es un hotel de 4 estrellas, con 363 habitaciones, enfocado al mundo de las convenciones, congresos, empresas y turismo urbano, fue inaugurado en ocasión del Fórum de las Culturas en 2004, situado en el núm. 1 de la Avenida Diagonal, es un hotel de diseño: Oscar Tusquets, el prestigioso arquitecto, fue quien lo proyectó. 
  
PM.- En 2013 fuisteis premiados en la 1ª Edición de los Premios de Turismo Responsable de Catalunya, en el marco de la 7ª Conferencia sobre Turismo Responsable en Destinos. Puedes explicarnos en qué consistió vuestro proyecto? 
SH.- Efectivamente, en 2013 se concedió este premio a nuestro proyecto de integración de personas en riesgo de exclusión en la zona fórum, enmarcado en el programa Incorpora de La Caixa y vinculado a la Asociación Barcelona Fórum District que creamos en 2010 para promover el desarrollo y mejorar las condiciones de los habitantes del barrio. 
  
PM.- Cuéntanos un poco más sobre la Barcelona Forum Disctrict (BFD). 
SH.- Creada en 2010, con un triple objetivo dentro de un desarrollo sostenible: respeto medioambiental,  facilitación de oportunidades laborales a la comunidad, dada nuestra gran capacidad de generar empleo,  y apoyo de actividades culturales vinculadas al medioambiente y la responsabilidad social. Con esta asociación damos prioridad a los colectivos con dificultades de inserción, a través de Incorpora, pues pensamos que lo que la gente necesita hoy en día es trabajo y oportunidades. 

BFD es una iniciativa totalmente innovadora, ya que un conjunto de empresas de una zona muy focalizada se juntan y promueven un área de Responsabilidad Social; no hay muchos casos en Europa y los que hemos conocido han sido promovidos por entidades sociales y apoyados por la Administración. En nuestro caso, somos las empresas las que promovemos. 

Esta Asociación está formada por 14 socios: empresas (8 hoteles de la zona, el Centro de Convenciones y el Centro Comercial Diagonal Mar), el Gremio de Hoteles de Barcelona, la Cátedra de Economía Solidaria de la Universidad Abad Oliba y la Fundación Trinijove con el apoyo fundamental de la Fundación La Caixa a través de su programa Incorpora. 
  
PM.- ¿Cuál es tu modo de entender la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)? 
SH.- Como dice un amigo mío: poca metafísica y mucha física. Los problemas están a nuestro lado,  intentemos ayudar de forma directa. Ante el objetivo de crear oportunidades de trabajo real, pensemos que es lo que la gente necesita. Muchas entidades ayudan, apoyan, donan; pero ofrecer trabajo es una competencia más exclusiva de las empresas. 

Todo el mundo tiene la idea de que cuando colaboras y entras en la RS (Responsabilidad Social) haces una donación, filantropía…, nosotros evidentemente hacemos una acción social pero, desde un punto de vista empresarial,  ambos criterios se conjugan perfectamente. No es una donación: nosotros tenemos una oportunidad de negocio y aprovechamos los recursos que tenemos para recuperar unas personas, siendo competitivos al mismo tiempo y generando riqueza. 

El proceso es muy largo. Al principio son acciones muy determinadas y, poco a poco, se va integrando la Responsabilidad Social y la sostenibilidad en la gestión de la empresa hasta que se incluye como criterio en todas las decisiones ejecutivas.  

Así, acabamos de iniciar el sistema de trabajo “Princess 360º”, en el que cada decisión de negocio sigue los criterios de sostenibilidad, respeto con el medio ambiente y beneficioso socialmente. Por poner un ejemplo: somos un hotel de 4 estrellas de alto standing, analizamos cómo reducir la generación de residuos de envases de plásticos; si pasamos a la compra de yogur a granel, reducimos el impacto ambiental pero el cliente puede que lo vea como un criterio de ahorro de costes; así que es preciso comunicarlo muy bien; además a la nueva decisión le añadimos un punto de calidad extra ofreciendo un producto artesano y superior. Así pasamos de un yogur que genera un montón de residuos (montón de kg de plástico al año) a uno que no los genera. Por otro lado, existen empresas sociales que hacen productos como yogures y otros de proximidad empleando a colectivos con dificultades de inserción. La clave de éxito del proyecto “Princess 360º” es comunicar bien al cliente y al cliente interno. 
  

PM. – ¿Qué programas está desarrollando el Barcelona Princess en relación a la RSC y a la innovación social?  
SH.- Buscamos innovar en todos los campos que tocamos en nuestra industria, teniendo en cuenta que tenemos que ser sostenibles: está en nuestro ADN, miramos por  las personas –tanto clientes como trabajadores, proveedores-  tratamos de involucrarles a todos. 

El criterio de la Responsabilidad Social y la sostenibilidad genera proyectos, propuestas y decisiones y puede hacerse con pocos recursos. Por ejemplo, la compra de proximidad km. 0: no tiene sentido comprar una merluza de Chile que viene transportada en avión (…) no tendremos merluza pero tendremos un producto local fresco y afín a nuestras costumbres. La compra responsable puede incluir además hacerlo a un centro especial de trabajo que emplea a colectivos desfavorecidos.  
Para ello es imprescindible comunicar…  y, cada paso que hacemos, nos lleva a otro y así innovamos sin parar… 

Ahora estamos empezando a comunicarlo a través de videos, RRSS (redes sociales), nuestro blog, y con el programa 360º que estamos creando. 
  
PM.- ¿Cuáles son los beneficios que estos programas aportan a empleados, clientes, accionistas, proveedores, entorno, sociedad en general…? 
SH.- Satisfacción personal, orgullo, mejora del ambiente de trabajo, el trabajador está contento. En el sector servicio (intangible) cuanto más satisfecho esté el trabajador –y eso no quiere decir que lo esté siempre y todo el día-, más satisfacción obtendrá el cliente, y eso se capta en el ambiente… evidentemente tenemos problemas como en todas las empresas, pero la manera de afrontarlos se hace en un clima de colaboración, más llevadero. El trabajador ve que la empresa tiene sensibilidad. El beneficio más grande que veo es que nos da una diferenciación enorme respecto a la competencia. A nivel económico, todavía no soy capaz de medir si esta línea genera más negocio, porque todavía no hemos comunicado a nuestros clientes lo que estamos haciendo. Lo que más noto es que  viniendo de una época muy dura desde 2008 y en la que todo el mundo ha sufrido a nivel de empresa, con recortes, etc. es que nos hemos mantenido aunque también hemos tenido que ajustarnos. 
Debemos ser una empresa rentable, con beneficios para nuestros accionistas y ser competitivos. Es una apuesta de la compañía a nivel de accionistas y de trabajadores. Los inversores están identificados con este camino y los trabajadores también, muy involucrados; y al final lo que queremos es que el cliente tenga una estancia inolvidable y si identifique con nuestros valores.  La idea nace de la dirección, pero al final es un proyecto compartido del equipo. Sin ellos, no se habría llegado donde hemos llegado.  

La propiedad añadió otro valor (a los tres de Princess 360ª: socialmente responsable, beneficioso para la empresa y respetuoso con el medio ambiente) y es que el cliente debe estar involucrado, así estamos viendo cómo puede participar de todo el proceso de forma que comprenda que no se trata de ahorrar costes. Por ejemplo, una idea que estamos pensando… si un día no quiere que se le arregle la habitación, le ofrecemos que ese ahorro vaya destinado a una Ong, lo mismo con el ahorro de los 20 céntimos que supone no lavar una toalla y que podrían destinarse a un proyecto social, compaginando perfectamente que somos un establecimiento de 4 estrellas con ser responsable socialmente. 

Si las grandes marcas están yendo por esta línea, y tienen sus proyectos medioambientales, de RS y lo comunican,  para nosotros, como empresa pequeña, es más fácil comunicarlo. 
  
PM.- ¿Cómo incorporaste en ti el “chip” de la RSC y la sostenibilidad? 
SH.-No se llega por casualidad, creo que se lleva dentro. Se puede aprender y yo, de hecho, aprendo y avanzo cada día. 

Mi bisabuelo, en el 1900, junto con otros con otros socios, creó la fábrica Firestone Hispania y construyó alrededor de ella viviendas para los trabajadores pensando en crearles condiciones de vida adecuadas…, también influye el entorno familiar, la educación de una determinada forma en la que no eres ajeno a lo que está ocurriendo. 

Yo sé que esto es el éxito de la empresa. Al final, la sociedad no va a permitir una compañía que no sea sostenible y respetuosa con la sociedad, serán beneficiosas a corto plazo pero no a largo. Aunque a veces dudas… te lo digo… Ves que es una apuesta que muy poca gente sigue, vemos a nuestro alrededor muchas conductas agresivas… y eso se nota: hoteles sin personalidad, que sólo miran la cuenta de resultados,  que nos les importa la satisfacción del cliente ni la del empleado. 
  
PM.- ¿Animarías a los hoteleros de Barcelona a que incorporaran esta dimensión en su estrategia de negocio? ¿Cómo? 
SH.- No… (Santiago se ríe…) porque entonces no me diferenciaría del resto… somos muy pocos los que vamos por el mejor camino… jajaja…  
  
PM.- ¿Qué limitaciones existen para incorporar esta dimensión en el sector hotelero, hoy? 
SH.- La visión a corto plazo y la pereza mental que a veces tenemos. Esto supone un esfuerzo,  pero luego la satisfacción es muy alta y no es tan difícil. 

No es un tema de dinero, con pocos recursos se pueden hacer muchas cosas. 
Animo a todo mi sector a trabajar en esta línea, si no hacemos de Barcelona un destino sostenible y una industria sostenible, beneficiosa para la sociedad y respetuosa con el medio ambiente, destruiremos el mayor activo que tenemos. Eso conlleva también preservar las tradiciones, la personalidad, el carácter, la historia. 
  

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